Cementerio de Staglieno en Genova, una visita inolvidable en Italia

Para visitar el cementerio de Staglieno debíamos hacer una parada técnica en Génova. Nuestro destino final era Croacia. Este viaje lo realizamos en coche, intentamos salir pronto pero somos un desastre y no lo conseguimos. Sobre las 11 de la mañana comenzamos nuestro largo viaje. Teníamos que cruzar Francia e Italia.

Camino a Génova

Hacía mucho que no realizábamos un viaje en coche, si mal no recuerdo la última vez fue para ir a Eslovenia, por lo que esta vez el recorrido era similar. Antes de iniciar el viaje no andábamos muy sobrados de tiempo y no pudimos conseguir los mapas para hacer la ruta para el GPS. Así que viajamos con mapas en papel, como se hacía antes.

Cementerio de Staglieno

A la altura de Figueres cargamos el depósito de gasolina, era más barata que en el país Galo. En Italia el combustible aún es más caro que en Francia, por lo que es conveniente llenar antes de entrar. El viaje por tierras francesas transcurrió con normalidad. Teníamos un presupuesto un poco limitado, no le pisamos al coche y fuimos muy tranquilos.

Escultura en el cementerio de staglieno

Circulando por tierras francesas

Paramos para comer en una área de servicio de la autopista y sacamos nuestra super tortilla de patatas y los elenitos que habíamos rescatado de nuestros viajes en coche. Son pastelitos hechos a mano de hojaldre, rellenos de sobrasada y queso, ¡muy ricos! Mientras saboreamos nuestros manjares, vimos como un alemán le ponía un pañal a su perro, no es broma, para después subirlo al coche, pensábamos que lo habíamos visto todo.

Mujer de espaldas en el cementerio de Genova

Seguimos nuestro camino, cambiando cada 2 horas a los mandos del vehículo. Iban pasando los kilómetros con sus horas y cuando ya estábamos cerca de Mónaco, empezamos a buscar la gasolinera que nos librará de los precios italianos. Vimos un cartel que anunciaba una a 10kms, pero nunca llegamos a verla, aún hoy nos preguntamos donde narices estaba. Cruzamos la frontera y no pudimos echar gasolina

Indignados y cabreados bajamos por la autopista hacia Génova. Si alguna vez quieren hacer un circuito de formula 1 alternativo a Mónaco, pueden aprovechar esta autopista. Es increíble lo que corren algunos por aquí, ves unas luces al fondo por el retrovisor y cuando vuelves a mirar a los pocos segundos ya está rebasándote. Ya lo sabíamos de otros viajes y no había cambiado nada.

La muerte en Staglieno

Unos cuantos kilómetros antes de llegar a Génova, no me aguantaba más y le tuve que pedir a Elena que parase en un puesto de socorro. Mi depósito estaba lleno. Hice la meada de la burra, incluso Elena creía que era broma porque tardaba mucho, pero cuando pasaban los coches e iluminaban la fontana confirmaba que el tema seguía, ¡menuda capacidad!.

Acampamos en Boigliasco junto a Génova

Por fin llegamos a la zona de Génova y nos dirigimos hacia el camping elegido. Con las indicaciones que teníamos lo encontramos sin problema. Cómo es lógico, fuera de temporada no había mucha gente. El camping Genova Est no estaba nada mal, está en la ciudad de Bogliasco, pegado a Génova, nos costó 21€ la noche, los 2 con la tienda y el coche. Por la noche refrescaba fresquita pero no hacía frío. Como estábamos hechos polvo, cenamos y nos fuimos a dormir. Al día siguiente nos tocaba visitar el cementerio de Staglieno para hacer Necroturismo.

Pasillo en el cementerio de Staglieno

El Cementerio Monumental de Staglieno

Al día siguiente con las pilas cargadas y sabiendo el camino que nos quedaba, nos pusimos en marcha muy pronto. Antes de partir hacia Croacia teníamos una parada en el cementerio monumental de Staglieno. Suena macabro, pero cuando lo descubrimos alucinamos. Hay muchos panteones decorados con esculturas de artistas locales de finales del siglo XIX y principios del XX. Era la primera vez que íbamos a hacer Necroturismo.

En el interior del Cementerio de Staglieno

Lo localizamos sin mucho problema. Nada más entrar en el Cementerio de Génova un anciano se ofreció para hacernos de guía. Con buenas palabras lo rechazamos, ya que nuestra intención era hacer fotos y el hombre podría aburrirse con nosotros, ya que nos tomamos nuestro tiempo. Para no copiarnos y hacer las mismas fotos nos separamos. El hombre no se rindió y nos ofreció una guía un poco hecha polvo en español, pero como nos había ganado con su simpatía y amabilidad se la compramos por 2€.

Cada uno nos fuimos por nuestro lado. Las esculturas son alucinantes, algunas tienen un detalle increíble, incluso parece que vayan a moverse en cualquier momento. Esta moda de las esculturas sobre todo se concentra en los sepulcros antiguos. Muchos reflejan el dolor de perder al ser querido, algunos reflejan lo que fue esa persona en vida, médicos, militares o si fue una persona generosa.

Mano sobre una calavera en el cementerio de Staglieno

Entre foto y foto iba avanzando por el recinto y adentrándome en el aparente laberinto. Según la guía hay unos 2 millones de personas enterradas. Existen zonas muy antiguas y otras que te encogen el corazón, como la de los bebés que las tienen agrupadas en el mismo sitio. Me crucé con otro fotógrafo que me avisó para que tuviese cuidado por si me cruzaba con los carabinieri, ya que iba con el trípode y no está permitido. Se lo agradecí y extremé las precauciones, pero seguí a lo mío.

Ángel triste en Staglieno

Después de un buen recorrido, volví a bajar y me encontré con Elena. Reconoció que se había perdido y que había tenido un fenómeno extrasensorial. Cuando estaba sola había oído unos ruidos extraños, quien sabe qué o quién puede haber sido…

Seguimos el Viaje a Croacia

Nos fuimos del cementerio de Staglieno con la sensación de haber hecho buenas fotos y haber visto un pedazo de historia muy personal. Volvimos al coche para continuar con nuestro viaje. Intentamos apurar al máximo la gasolina y descubrimos que las gasolineras tienen dos precios, el que te sirves tú o el empleado de la gasolinera que son en este caso 4 céntimos más.

¡Nos íbamos a quedar sin gasolina!

En Italia la gasolina estaba a casi ¡¡2€!! el litro. Apuramos tanto el depósito que cuando llegamos a Croacia, el indicador de reserva ya estaba encendido desde hacía rato. Pero en la autopista Croata no había ninguna gasolinera, solo áreas para tomar algo, pero sin gasolina.

El asunto empezaba a ser preocupante, tanto que decidimos salir de la autopista para buscar un pueblo donde tuviesen el líquido que tanto necesitábamos. Le preguntamos a la trabajadora del peaje, la cual nos dijo que a 10 kilómetros había una, miramos la aguja y no lo teníamos muy claro. Era cuesta abajo y dejábamos el coche en punto muerto, suerte que era bajada. Elena estaba histérica y yo no decía nada que se pudiera usar en mi contra, porque en parte era mi culpa, para ahorrarnos 30 céntimos por litro, roñi roñosoooooo.

Pescando en Rovinj
Pescando en Rovinj

Después de lo que pareció una eternidad avistamos un oasis de gasolina. Si no fuese porque es un poco peligroso, me hubiera bañado en ella, pero solo llenamos el depósito hasta los topes y por fin, con la tripa del coche llena acabamos el trayecto del día hasta el camping en Rovinj.

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