Hicimos Necroturismo por primera vez cuando viajamos en coche a Croacia en el año 2012. Hicimos una parada técnica en Génova para visitar el Cementerio Monumental de Staglieno. Hacía tiempo que habíamos visto fotos de las obras de arte que poblaban este singular camposanto. Aquí comenzó nuestro interés por este tipo de arte.
Necroturismo, una actividad turística
En Europa hace años que se practica y en España no hace mucho que a empezado a hacerse y que va ganando adeptos ya que es una manera diferente de conocer una parte de nuestro patrimonio e historia.
Lo que tiene de peculiar el cementerio de Staglieno, es que está plagado de esculturas mostrando la pena por la perdida del ser querido, el momento del adiós, la imagen del difunto en vida, infinidad de motivos que hacen que parezca que estás visitando un museo.
Existen muchos cementerios interesantes
A partir de aquí hemos visitado otros cementerios para hacer necroturismo. Una ventaja es la tranquilidad, puedes pasear relajadamente sin aglomeraciones, sin empujones, fijarte en infinidad de detalles, ya que no solo hay que fijarse en las esculturas. A veces encuentras algo curioso que pasa desapercibido si no prestas atención.
Algunos cementerios tienen un folleto en el que aparecen los lugares en los que han sido enterradas personas que destacaron en vida, otros organizan visitas guiadas. El cementerio de Montjuic en Barcelona hacen visitas nocturnas y hay un museo de carruajes fúnebres.
La verdad es que es una gran oportunidad para hacer un tipo de fotografía diferente y ver como a través de los años hay algunas costumbres que han ido variando, también es historia y puede resultar muy interesante.
Dónde encontrar cementerios interesantes para hacer Necroturismo
Existe una web en la que figuran los cementerios destacados de Europa y que pueden servir de ayuda para organizar la visita si estás en ese país. Desde Significant Cemeteries podrás acceder a la web del cementerio y así tener la información básica para hacer necroturismo.
Algo que hay que tener en cuenta cuando visitamos estos lugares es que debemos mostrar respeto hacia el entorno y las personas que lo visitan. No todo el mundo acepta de buen grado que estés haciendo necroturismo, hay personas que están para acercarse al lugar de reposo de un ser querido o se está realizando un entierro. Lo mejor es seguir la visita y volver al lugar más tarde para evitar incomodidades.
En Staglieno ante tal cantidad de esculturas y para no repetir los mismos planos decidimos separarnos y tirar cada uno por caminos diferentes. Es un cementerio bastante grande y no había mucha gente. La mayor parte del tiempo estás a solas. Cuando nos volvimos a encontrar, Elena reconoció que había pasado un poco de miedo, que cosas.
En el Cementerio de Greyfriars en Edimburgo hay una zona a la que no se puede acceder, una puerta con rejas lo impide. Leímos que habían torturado y asesinado a más de 1200 personas en este recinto que fue una antigua cárcel. Ahora hay tumbas de algunos de los que murieron, además dicen que han ocurrido fenómenos extraños y a raíz de ellos prohibieron el acceso.
Anímate ha hacer Necroturismo, acércate a algún cementerio cercano y explora sus rincones. Seguro que encuentras algo curioso, incluso puedes hacerlo en solitario no pasará nada, o sí…
Últimamente se está poniendo muy de moda este tipo de visitas. Incluso hace poco en la feria del turismo que hicieron en Arc de Triomf había un stand dedicado al de Montjuïc. A mi personalmente no me llaman mucho, aunque no puedo negar que he visitado algunos de curiosos como el cementerio judío de Praga o alguno en países musulmanes.
A nosotros nos gustan mucho, es parte de la historia y se pueden descubrir muchas cosas interesantes, incluso obras de arte increíbles.
Si algún día vais a Santo Domingo, República Dominicana, os recomiendo el cementerio que está en la Zona Colonial (zona obligada de turismo en la capital) Es bastante pequeño, y antiguo, pero tiene esculturas de lo más interesantes, no tiene muros altos, por lo que desde afuera puedes verlas. Puedes ver nichos de finales del siglo XIX Eso mezclado con el bullicio característico de las calles dominicanas, los colores, el ruido, a mí me resulta de una belleza maravillosa. La calma, entre el bullicio. Un saludo.
Muchas gracias por la recomendación!! tomamos nota. Saludos!!