Visitar Asturias y no acercarse al pueblo de Las Arenas para conocer los orígenes del Queso de Cabrales para Elena hubiera sido una tragedia. Le encanta el queso y siempre que viajamos probamos alguno de la zona. Así que no dudamos ni un momento en incluir la visita a la Cueva del Queso de Cabrales como uno de nuestros imprescindibles.
Para entrar en la Cueva del Queso de Cabrales hay que reservar debido a que todas las visitas son guiadas. Nosotros llamamos por la mañana al 985 84 67 02 para coger sitio para el mismo día. Lo mejor es llamar por lo menos un día antes porque va bastante gente.
Las cueva la gestiona la Fundación Cabrales, son los que realizan las visitas. Además de conocer el proceso de elaboración al final del recorrido pasan un audiovisual y lo mejor, podrás probar el famoso queso acompañado de un culín de sidra.
Un día de Cuevas
Fauna Glacial de Avín
Como teníamos la cueva del Rinoceronte junto al camping, hicimos una visita antes de ir a Cangas de Onís. Tuvimos la suerte de ser los únicos que estábamos a las 11 e hicimos el recorrido con la guía solos. Hay quien madruga menos que nosotros. La visita duró unos 45 minutos y pudimos hacer un viaje en el tiempo de miles de años.
Cangas de Onís
De Avín a Cangas de Onís hay unos 20 minutos de coche. Aparcamos en una zona gratuita junto a la antigua iglesia de Santa María y desde ahí al centro no hay que caminar mucho. Estuvimos dando una vuelta por la ciudad y aprovechamos para acercarnos a la estación de autobuses para comprobar que no puedes comprar los billetes para subir a los Lagos de Covadonga un día antes en las taquillas. Solo puedes comprar para el mismo día. Con antelación tiene que ser a través de la web de Alsa.
Nos costó encontrar un sitio para comer, había bastante gente. Al final encontramos en el Restaurante Rocamar cerca de la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Comimos muy bien, con raciones exageradas que no pudimos acabar. Solo dos pegas, había una única trona en todo el restaurante y cuando llegamos ya estaba ocupada, Álex es un torbellino y en el carro apenas come.
A la hora de pagar nos dijeron que no tenían datáfono. Nos pareció increíble con esto del Covid que prácticamente todo el mundo lo tiene y apenas llevas metálico. La camarera dijo que lo ponía en un cartel que aún estamos buscando. En resumen, que tuvimos que ir a un cajero. Tardamos bastante en comer ya que estaba lleno y el proceso de pedir la cuenta y el pago fue muy lento.
Hacia Las Arenas
Visita a la Cueva del Queso de Cabrales
Íbamos bastante justos de tiempo, teníamos la visita a las 16:15. Hay 40 minutos de carretera hasta las Arenas. A las 15:10 aún estábamos en Cangas y teníamos que caminar hasta el coche. A pocos kilómetros antes de llegar a Las Arenas hay un par de miradores desde los que se veía el Naranjo de Bulnes, la vista era espectacular, pero no podíamos pararnos.
Llegamos al pueblo de Las Arenas con el tiempo justo. Tuvimos la suerte de aparcar en la puerta, en un mini aparcamiento para poco más de 6 coches. Lo ideal es hacerlo en el aparcamiento del pueblo que tiene más capacidad e ir caminando.
Pagamos y a los pocos minutos empezó la visita. Hay que llevar una chaqueta o chaquetina como dicen los Asturianos. En el interior la temperatura está entre los 10 y 15 grados. La visita estuvo bien, pero Álex estaba a tope y no paraba.
Nos explicaron el origen del Queso de Cabrales y las técnicas para su elaboración. En la cueva hay algunos quesos fermentando para que veamos realmente como lo hacen. Los que se producen para la venta se realizan con procesos más modernos pero respetando la tradición y sobre todo fermentando en cuevas.
Degustación del Queso de Cabrales
La segunda parte de la visita la hicimos en el exterior de la cueva junto al río Cares. Vimos un audiovisual de como se elabora el queso y después pudimos degustar el famoso queso. Nunca lo habíamos probado y la verdad es que nos sorprendió, tiene un sabor fuerte y picante pero no es desagradable.
Finalizada la visita a la Cueva del Queso de Cabrales hicimos una parada en un supermercado para después volver al camping. Queríamos parar en uno de los miradores para fotografiar el Naranjo de Bulnes, pero las nubes se habían metido en las montañas y lo habían ocultado, ¡qué rabia!
Una vez en nuestra tienda procedimos a la reserva de los billetes de autobús para el día siguiente, íbamos a subir a los Lagos de Covadonga y teníamos muchas ganas.
Qué bueno!
Este verano he estado entre Onís y Cabrales, hicimos mil actividades, pero me quedé con ganas de conocer las cuevas donde fermentan los quesos.
Mientras escribo estas palabras, se me hace la boca agua pensando en el cabrales… con un poquito de miel queda perfecto.
Lo del cabrales con miel tendremos que probarlo. La próxima vez que vayáis por allí tendréis que ir a la cueva. Un abrazo!!
excelente post!! que bonitas imágenes, a ver si puedo pronto visitarlo 😀
A ver si puedes te gustará seguro, tanto la cueva como el lugar tan bonito en el que está. Saludos
Que lindo es! Quiero ir!!!, espero pueda, gran post felicitaciones!
Ir y probar, el queso está muy bueno. Saludos!!