Elegimos nuestro campo base en esta zona en el Camping Picos de Europa. Desde aquí podíamos visitar unos cuantos sitios que teníamos intención de conocer. El día anterior hicimos el Camín Encantau, una preciosa ruta que nos gustó a todos. Aprovechando la cercanía de la Cueva del Rinoceronte hicimos una parada antes de ir a Cangas de Onís.
Desde el camping hasta el Centro de interpretación de Fauna Glacial se puede ir andando. Como teníamos intención de hacer más cosas nos acercamos en coche. Siguiendo las indicaciones hicimos una vuelta absurda que nos hizo pasar por debajo de la carretera cuando girando a la derecha desde la carretera hubiéramos dado menos vuelta.
Centro de Interpretación de Fauna Glacial
Visita a la Cueva del Rinoceronte
El museo se encuentra en una antigua Cuevona de Avín. Cuando llegamos a la recepción debido a unas obras decían que había un olor fuerte de alcantarillado en el interior. Nos ofrecieron entrar y si era insoportable volver en otra franja horaria con la misma entrada. La verdad es que no olíamos nada y pudimos hacer la visita sin problemas.
La primera visita es a las 11h y estábamos solos por lo que la guía estaba solo para nosotros. Álex estaba a tope y no paraba de ir de un lado a otro con dos coches en las manos. El miedo era que los lanzase a la exposición. La guía como pudo nos fue contando.
La zona fue muy diferente en la Cueva del Rinoceronte
Hace 45.000 años, año más año menos, esta zona de los Picos de Europa era un glacial. Los animales que hay representados en la cueva del Rinoceronte son de esa época. Es curioso que hace tantos años esta zona fuese tan distinta a lo que conocemos hoy.
En la Cueva la Peruyal que también gestiona el centro de Fauna Gacial se encontraron unos huesos de una cría de rinoceronte de pradera, de ahí el sobrenombre de la cueva. Debido a la dificultad de extraerlos de su ubicación original se optó dejarlos allí para no dañar los restos. Se puede visitar la cueva la Peruyal con equipo de espeleología que ofrece el centro.
Pudimos ver al final de la visita una reproducción de los restos que se encuentran en la cueva. Éric y Álex alucinaron con los animales que habitaron hace tantos años los Picos de Europa, sobre todo con el imponente Mamut.
Salimos por una puerta diferente a la que habíamos utilizado para entrar y estábamos un poco desorientados, por lo menos yo (Quim). Dimos una pequeña vuelta y estábamos al lado del coche 🙂
Cangas de Onís
Después de visitar la cueva nos acercamos a Cangas de Onís para dar una vuelta y ver si podíamos comprar los billetes de autobús para visitar al día siguiente Picos de Europa. Descubrimos que para el mismo día si, pero para otro día solo se pueden comprar a través de la web.
Por la tarde teníamos reservado para visitar la Cueva del Queso de Cabrales, era el día de las cuevas.