Uno de los lugares que nos gusta mucho visitar cuando estamos en Londres es el Camden Market. Es un lugar con mucha variedad y con artículos muy curiosos, es bastante grande y seguro que encuentras algo que te guste, no te vayas de Londres sin hacerle una visita. La vuelta al aeropuerto fue un poco accidentada, pero no podía ser todo perfecto. Igual nos equivocamos con el medio de transporte o con la hora de salida.
Recogiendo en nuestro alojamiento en Londres
Por la mañana tuvimos la suerte de despertarnos con la recogida del camión de la basura, muy bonito. Después de hacer la bolsa dejamos una de las mochilas en el hostel Abercon House para recogerla luego. Descubrimos también que 5 libras que habíamos pagado eran de fianza por la llave de la habitación y nos las devolvieron, a veces estamos en otro mundo.
Desayunamos en el Café Nero cómo el día anterior, tenían unos muffins que estaban riquísimos. Nos acercamos a la estación Victoria para comprar el billete al aeropuerto. Los billetes para el Easy Bus si los coges a través de internet puedes reservar el horario que te interesa y las horas que necesitábamos estaban cogidas. El tren estaba medio descartado por lo caro que era, nos decantamos por National Express, una empresa de autobuses, lo malo es que el trayecto según ellos duraba 1h 40min, nos salió por unas 15 libras los dos, aún no sabíamos lo que se nos iba a venir encima.
Recorriendo el Camden Market
Con este tema solucionado nos dirigimos a uno de nuestros destinos favoritos, el Camden Market. Tuvimos algún contratiempo en el metro por una línea que tenía incidencia y tuvimos que llegar desde otro lado. Como siempre Camden no decepciona, es increíble, cómo era lunes no había mucha gente, por lo que pudimos pasear sin apretones y disfrutamos de las tiendas. Comimos en la zona del establo, muy económico, junto con tres de Vitoria muy agradables que se sentaron junto a nosotros.
En realidad el Camden Market lo componen varios mercados minoristas que están unidos llamados Camden Look. Aquí puedes encontrar una gran variedad de productos como artesanía, ropa, calzado y como vas a estar mucho tiempo también hay restaurante de comida rápida.
Algunos puestos ofrecen ropa o calzado que te convertirán en el centro de atención. De hecho por Londres no es difícil cruzarte con alguien que vista fuera de lo acostumbrado y es genial ver tanta variedad de estilos.
Como ir a Camden Market
Lo mejor para ir a este fantástico mercado es el metro, de hecho es el transporte público que más utilizamos cuando estamos en Londres. La parada no tiene perdida es la Camden Town de la línea Northern. El mercado abre todos los días de 10 de la mañana a 18h de la tarde.
Con los nervios a flor de piel para llegar al aeropuerto de Gatwick
Se nos acababa el tiempo, nos pasamos por el Hostel a por la mochila que nos faltaba y de aquí a Victoria Station. Elena quería lo que llamamos un fresisui, una especie de helado de chocolate que había visto. Pero en la estación de buses solo había un Burger King y encima se les había estropeado, así que quedamos que sería en el aeropuerto, total llegaríamos sobrados de tiempo, ilusos.
El autobús salió puntual, eso fue lo único que salió bien. Recorrimos toda la puñetera ciudad de Londres a paso de tortuga, comiéndonos todos los semáforos y atascos. En seguida nos dimos cuenta de que hubiera sido mejor pagar más y haber ido en tren, solo tardaba 30min, pero ya era tarde para eso. Cuando llevábamos 1h y algo el conductor dijo que íbamos con 45 minutos de retraso, por lo que esperaba que llegásemos a Gatwick sobre las 18:30 y el embarque era a las 18:50.
Empezábamos a pensar que perdíamos el avión, yo sobre todo, Elena era más optimista. Antes de esto a mi me dio por sangrar por la nariz, no tenía pañuelos y Elena tampoco. Lo único que me podía ofrecer era una compresa, ¿por qué no?, ¿es para eso no? Me apliqué la compresa con alas en la nariz para contener la sangre, menos mal que no tenía solo tampones si no me hubiese roto la nariz.
Llegamos al aeropuerto de Gatwick
Por fin empezábamos a ver la luz al final del túnel, ya divisábamos Gatwick. En cuanto paró el bus salimos por patas a la terminal como si estuviésemos en el concurso de Pekín Express. Llegamos al control, en dónde imaginábamos íbamos a tener problemas y así fue. En la bolsa de las cámaras se tiraron la vida viendo lo que había, con tanto cable, ópticas y demás.
Cómo somos muy chulos, no habíamos puesto el peligroso gel, champú y desodorante en una bolsa de plástico transparente para inutilizar su poder destructor. Mientras, íbamos metiéndole prisa al de seguridad porque nos veíamos en tierra. Por fin acabó su meticuloso registro y volvimos a la carrera. Descubrimos nuestra puerta de embarque y seguimos corriendo, Elena atropelló a un hombre que luego descubrimos iba a nuestro avión al que llegó caminando sin prisa. Posiblemente estaba anunciado que salíamos con algo de retraso pero con el estrés que teníamos ni nos dimos cuenta, al final completamos la misión.
Si coges National Express para ir al aeropuerto, asegúrate que lo haces con tiempo de sobra. Ten en cuenta que atraviesa la ciudad, solo utiliza la autopista para las últimas millas, puede acabar con la paciencia de cualquiera. Una vez en el avión volvimos a casa sin problema, con las ganas de haber pasado más tiempo en esta gran ciudad a la que seguro volveremos. Si quieres ver lo que hicimos los días anteriores pásate por estos artículos.