Hacía tiempo que no visitábamos los Pirineos. Entre otras actividades queríamos ir a Arán Park y ver los animales que viven allí. También haríamos alguna excursión mientras pasábamos unos días tranquilos en el Valle de Arán acampados en el camping Verneda. Un lugar ideal para ir en familia.
Disponíamos de 4 días y no queríamos ir a un camping de playa porque seguro estarían abarrotados. Buscamos entre los campings familiares en Cataluña y nos convenció el Verneda en el Valle de Arán.
Éric estaba nervioso por llegar porque le encanta ir de camping. Las 4 horas que duró el viaje se le hicieron eternas. Lo bueno de la zona es que también huiríamos del calor y la humedad de Barcelona y eso ya era un motivo muy atractivo para nosotros.
De camping en la Vall d’Arán
Llegamos por la tarde y después de montar la tienda y desplegar todos nuestros accesorios hicimos la primera visita a la piscina. Éric ya le había echado el ojo y fuimos todos hacía el agua. Lo bueno de la piscina es que está climatizada, cuando estabas en el agua era muy agradable, lo malo era cuando salías que hacía un poco de frío.
El Camping Verneda estaba bastante lleno, sobre todo de familias y las instalaciones están muy bien, además la sombra es abundante. Nos fuimos pronto a dormir, esa primera noche llegamos a los 9º de temperatura, menos mal que habíamos llevado los sacos de plumas.
Arán Park
Nos despertamos con el ambiente agradable y fresquito del Valle de Arán. Desayunamos junto a nuestra tienda y en seguida nos dirigimos a Arán Park, habíamos visto que si íbamos tarde había más afluencia de gente.
En seguida llegamos al aparcamiento, estaba prácticamente lleno. Cuando nos acercamos al edificio principal descubrimos que había más plazas libres. No había mucha gente y después de adquirir las entradas con un pequeño descuento por estar alojados en el camping Verneda comenzamos la visita.
La visita se puede hacer con el carrito, hay alguna subida un poco fuerte pero en general el camino está preparado. El recorrido se puede hacer en unas dos horas, nosotros tardamos más porque nos paramos bastante en la zona de picnic y haciendo fotos a los animales.
Los animales se encuentran en semi libertad, tienen bastante terreno para moverse «libremente». En algún caso nos costó ver a alguno debido a la abundante vegetación. Arán Park está ubicado en un bosque precioso, es otro de los alicientes del parque.
Comenzamos la visita
El recorrido comienza por las nutrias que estaban durmiendo cuando pasamos. La ruta es circular y cuando volvimos a pasar al finalizar las vimos en activo. Después de pasar por una enorme zona en la que habían ciervos accedimos a la zona de los buitres.
Es impresionante ver a los buitres tan cerca, uno de ellos extendió las alas delante de nosotros y mostró toda su envergadura. Después vimos al íbice ibérico, muflones y gamos. Llegamos a la zona del lobo blanco, que estaba echando una siesta, había otro más pero con la espesura del bosque apenas lo divisábamos.
Pausa para tomar algo
Después de ver algunos animales más llegamos a la zona de picnic. Hay una pequeña granja con animales más comunes. Hay mesas para poder comer y un pequeño bar, no se puede pagar con tarjeta. Estuvimos un rato pasando disfrutando del buen tiempo mientras tomábamos algo y Álex comía algo.
El siguiente animal que vimos después de la zona de picnic de Arán Park fueron los osos. Había un cuidador del parque vigilando para que la gente no les echase comida, a pesar de que lo pone hay quien no sabe leer. A estas alturas nos sorprende que la gente no entienda que no debe darles alimentos.
Vimos más lobos y a los linces, que deambulaban por el entorno y como podíamos les hacíamos fotos, pero no fue fácil. Cuando llegamos a la zona de las marmotas había mucho ajetreo. Una cuidadora del parque iba cortando hortalizas para que los niños pudiesen darles la comida a los muchas marmotas que había. Éric también se animó y estuvo un rato dándoles de comer.
Cuando acabamos la visita por la zona de los animales pasamos por un pequeño museo que acaba en la tienda donde todos los niños querían algo, incluso Éric. Conseguimos sacar a Éric de la tienda y volvimos al coche. Ahora si que estaba el aparcamiento hasta arriba, incluso había coches aparcados en la cuneta de la carretera.
Vuelta al camping
Nos acercamos a Vielha a comprar algo de comida porque para cenar íbamos a hacer una barbacoa. Así que por la tarde nos dedicamos a estar por el camping, piscina y la mencionada barbacoa.
En el camping hay varias actividades y por las noches en el edificio del restaurante y recepción a las 21h hay cine para los más pequeños. Fuimos y estaba lleno de niños, a Éric le encantó y aguantó hasta el final. Un día largo y en el que disfrutamos todos. Al día siguiente íbamos a visitar Saut deth pish, una cascada preciosa.
Me encantan estos sitios en plena naturaleza para ir con los niños. Aquí hay un par de campings que no están nada mal, pero con esas vistas que tenéis vosotros no tanto. Un abrazo.
Pirineos es muy bonito, tendréis que hacerle una visita. Gracias!!
A nosotros noa encamta veranear por el pirineo! Así que tomo nota, que al grandullón le encantan los animales.
Un abrazo
Hay muchas posibilidades en los Pirineos. Pronto publicaremos más. Saludos!!