Nos dirigimos al precioso pueblo de Bausen para visitar el bosque de Carlac. Tenemos que decir que no era nuestro primer objetivo. Habíamos elegido una ruta desde Porcingles a Canejan, un antiguo camino de mineros y contrabandistas. Pero investigando la zona descubrimos otra ruta cerca que nos llamó mucho la intención por dos motivos.
Una de las razones que nos hicieron cambiar la ruta fue visitar Bausen y el Bosque de Carlac que hay junto al pueblo. La otra razón fue la historia de amor que vivieron Francisco y Teresa a principios del siglo XX, de esas que crees que solo ocurren en los cuentos.
Los amantes de Bausen
Francisco y Teresa estaban enamorados y paseaban su amor por el pueblo de Bausen a ojos de sus vecinos sin ningún problema. Todos eran felices viendo como la feliz pareja disfrutaba de tanta alegría. Llegado el momento decidieron casarse y acudieron al párroco del pueblo.
El capellán que siempre velaba por sus feligreses indagó en las familias y descubrió un parentesco. Hay que decir que en esa época había poca movilidad y se daban casos en los que habían primos casados. La única manera de salvar este escollo era el pago de una dispensa a la iglesia.
Con dinero todo tiene solución
Se comentaba que no se podían permitir el pago de la dispensa. Hemos leído que en esos tiempos la gente se iba a trabajar a Francia en invierno y en primavera volvían con dinero. La dispensa costaba 12 pesetas, el jornal de dos días. Puede que Francisco tuviera para pagarla, pero no quería regalar a la iglesia el dinero que había ganado con su sudor.
Su amor era más fuerte que la presión de la iglesia. Decidieron unirse bajo el mismo techo, vivir en pecado y aguantar las amenazas del capellán Joaquín Tellosa.
Francisco y Teresa tuvieron dos hijos, pero la felicidad duró poco para esta pareja de enamorados. Teresa cayó enferma de neumonía y en seguida su vida se extinguió dejando a Francisco desolado. Esto ocurrió el 10 de mayo de 1916.
Cuando el viudo acudió al párroco para enterrar a Teresa este se negó. Le ofreció el espacio que hay en los cementerios para las personas que no han sido bautizadas o que han vivido en una situación irregular. A Francisco no le pareció correcto marcar a su amada para la eternidad.
De inmediato todos los habitantes del pueblo construyeron a 400 metros del pueblo un cementerio solo para Teresa, tardaron 24 horas en tenerlo acabado. Es el único cementerio civil que hay en la Vall d’Arán. El epitafio reza «A mi amada Teresa que falleció el 10 de mayo de 1916 a la edad de 33 años”. Al final Francisco se trasladó con sus hijos Cándido y Valerosa a Francia. Cuando murió no pudo ser enterrado junto a su amada por culpa de la guerra civil.
Sus bisnietos se encargan de que nunca falten flores en la tumba de Teresa.
Bausen y el Bosque de Carlac
Al pueblo de Bausen solo se puede llegar en coche y no hay mucho sitio en la entrada del pueblo. Todos los que visitamos el pueblo aparcamos en un lado de la carretera de acceso, no hay más. Por las estrechas calles del pueblo solo pueden circular los vecinos.
Solo el pueblo merece una visita, tanto si haces la ruta por el Bosc de Carlac o no, también puedes visitar la solitaria tumba de Teresa. Nosotros aprovechamos también para buscar un geocaché que hay en la zona del pequeño cementerio.
El recorrido es circular y recorre el precioso Bosque de hayas milenarias que hay saliendo del pueblo. La ruta está marcada como dificultad media, desde este lado el ascenso es más pausado, haciendo el recorrido a la inversa es más durillo.
La caminata era más dura de lo esperado
Éric no está tan acostumbrado a hacer caminatas un poco exigentes. El recorrido en teoría se hace en dos horas, al cabo de más de una hora aún no habíamos hecho ni la mitad. El peque renunció a seguir y al final Elena se volvió con Éric y Álex y yo seguí el recorrido por curiosidad.
He de reconocer que lo duro aún estaba por llegar y que lo hubieran pasado mal, hicieron bien en darse la vuelta. Lo malo es que no pudieron disfrutar de todo el encanto de la ruta y de por que lo llaman el bosque encantado de Carlac en Bausen. Hay algunos árboles con formas curiosas que dan un toque especial al bosque.
Cuando completé la ruta nos encontramos en el Bar Restaurante Casa Lila, llevaba una buena sudada. Aprovechamos para tomar algo fresquito, el local es pequeño y acogedor y tenía pinta de ser un lugar en donde se come bien, pero no estaba dentro de nuestros planes.
Después de esta visita al Bosque Carlac en Bausen volvimos al camping donde comimos y pasamos la tarde disfrutando de la piscina. Saboreamos nuestro último día en la Vall d’Arán, una pena porque la temperatura era más agradable que la de Barcelona y pronto la íbamos a volver a sufrir en nuestras carnes.
Ruta al Bosc de Carlac
Dejamos el enlace a la ruta al bosque encantado de Carlac en Bausen para que puedas disfrutar de este pequeño pueblo que tiene tantas cosas para ver.
Qué pasada de lugares!! Me he enamorado del bosque, y por supuesto de la bonita historia de amor. Qué lastima que no pudieran disfrutar mucho de su amor y que no descansen juntos sus restos, porque se que ellos estarán juntos seguro. Muy bonito lo de que sus bisnietos sigan llevando flores. Me encantan las leyendas.
Gracias por compartirlas.
Los Pirineos nos encantan y conocer lugares e historias así mucho más, seguiremos investigando para encontrar más lugares curiosos. Saludos!!
No conocía ni el pueblo, ni la ruta ni la historia.. Y me ha encantado!!
Nos pareció preciosa la historia cuando la conocimos. En los Pirineos hay muchos pueblos que merecen ser visitados. Saludos!!
Buenos días! Queremos hacer esta ruta en otoño, nuestra duda es si podríamos aparcar con una autocaravana, muchas gracias.
Hola Ricard, en el pueblo es físicamente imposible, la carretera es estrecha y acaba en una plaza muy pequeña. En el pueblo solo permiten circular a los vecinos. Cuando fuimos nosotros aparcamos en uno de los lados de la carretera como hacía todo el mundo dejando solo un carril de circulación. Espero que haya resuelto tu duda. Saludos