Para acabar de explorar la zona íbamos a visitar el Valle del Amor o como nosotros le llamábamos, The Cipote Valley, debido a las curiosas formaciones. Era el último día en Capadocia, así que después del acostumbrado desayuno y pasar por caja para pagar la estancia, también tuvimos que pasar a devolver el coche que tan buen uso nos había dado. Nos hubiéramos quedado más días, Capadocia es impresionante.
Museo al aire libre en Göreme
Teníamos pensado visitar el museo al aire libre de Goreme antes de ir al Valle del Amor. Fuimos dando un paseo, pero cuando llegamos a la puerta resulta que había que pagar 15TL. Como ya nos había pasado en otras ocasiones, cuando no haces más que pagar por entrar en todas partes tienes que hacer sacrificios. Posiblemente nos dejamos algo bonito por ver, pero después de valorarlo y ver que podíamos dar una vuelta por los alrededores en sustitución de este museo, nos pusimos en marcha, la Capadocia da para mucho.
Valle del amor
La verdad es que el paseo fue improvisado y no estuvo nada mal. Volvimos sobre nuestros pasos y como hacía calor nos paramos en un puesto al lado de la carretera para tomar algo, justo en el cruce que lleva a lo que nosotros llamábamos The Cipote Valley, Valle del Amor, por las formas sugerentes de las rocas.
Después de la pausa nos pusimos en marcha hacia el ansiado Valle del Amor. En principio no debía de estar muy lejos después de un segundo cruce, pero Nuri y yo nos empeñamos en seguir avanzando ante las protestas de Elena. Cuando ya habíamos andado un buen rato le tuvimos que dar la razón. Cómo hacia bastante calor a Elena le dio una insolación y tuvimos que aguantarla diciéndonos «ya os lo dije».
Al final conseguimos llegar al Valle del Amor, estaba más cerca de lo que creíamos. Dimos unas vueltas e hicimos algunas fotos. De vuelta en Goreme, fuimos a comer a un restaurante en el que servían Pottery. Es un cocido en una vasija de barro, la cual tienen que romper para que puedas comer lo que hay en su interior, estaba muy rico.
Una pausa en Goreme
Más tarde fuimos a la plaza que hay al lado de Pacha Goreme para tomar un té y como también tenían pufs Nuri y yo nos quedamos fritos. Después de la siesta, Elena empezaba a encontrarse mal y de vuelta a la Traveller’s Cave Pensión, se confirmó. Para hacer tiempo subimos a la parte más alta de la ciudad para ver la puesta de sol. Subía bastante gente y después del espectáculo nos quedamos en la pensión para hacer tiempo.
Teníamos que subir al bus que nos llevaba a Antalya. Mientras esperábamos, había un japonés que debía de ser peluquero y llevaba un pequeño estuche con sus herramientas y nos entretuvimos viendo como le rapaba el pelo a algunos de sus compatriotas.
Llegada la hora bajamos a la parada de buses a esperar ya que llegó tarde. El bus tenía mala pinta, pero lo que al principio parecía ser un autobús de transito, ya que nos llevaban primero a Nevsehir, resultó que era el que nos iba a llevar a Antalya toda la noche, el mamón de la agencia nos había engañado. No podemos decir que compañía era porque no lo apuntamos. Están todas juntas en la plaza, que te enseñen fotos de los autobuses que tienen aunque no es una garantía. A nosotros nos lo vendió como que eran muy cómodos, pero estas cosas a veces pasan.
Qué más hacer en Capadocia
En Capadocia se pueden ver y visitar muchos lugares, te contamos en este otro artículo muchas de las cosas que puedes hacer allí.
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