Teníamos un largo viaje. Queríamos conocer el Monte Nemrut unas tumbas del siglo I a.c. y que son muy curiosas por su ubicación a 2150 metros de altura. Estas enormes estatuas se encuentran dentro del catálogo de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Queríamos ir desde Malatya para poder seguir con nuestro viaje. Así que otra vez a través de los autobuses íbamos a desplazarnos de nuevo.
En la Ecofarm de Geyikbayiri
Después de desayunar nos llevamos una desagradable sorpresa, cuando íbamos a pagar en la Ecofarm. Resulta que la dueña, cuando le dio los precios de la estancia a Roger y Jaume, se lo estaba diciendo en dólares. Detalle que no especificó, en toda Turquía nadie nos había dado los precios en dólares, siempre en liras. Cuándo le dijimos que no era lógico y que debía dejar claro desde el principio que era en dólares, se hizo la loca. No bajaba del burro y como era temprano no teníamos ganas de violencia, cabrea bastante cuando te timan. Nunca hay que bajar la guardia. Asegúrate en que moneda te dan los precios cuando viajes, aquí nos relajamos.
De camino a la estación de autobuses de Antalya
Unos alemanes que también se hospedaban en la timofarm se ofrecieron a bajarnos al camping Josito, ya que ellos también iban a escalar. Desde el camping se ven las zonas de escalada, tienen muy buena pinta y el ambiente no está mal. Después de tomar un café, nos despedimos de Jaume y Roger. Ellos se quedaban para seguir escalando, pero nosotros queríamos continuar el viaje para conocer el Monte Nemrut.
Nos pusimos a hacer autostop y al tercer coche se pararon unos abueletes muy majos, iban cargados hasta arriba y nos hicieron un hueco en el interior. Nos llevaron hasta Antalya y a la parada del bus 93 que llevaba hasta la otogar, la estación de autobuses. Compramos los billetes para Konya, que como no, se paraba cada dos por tres para recoger gente, ¿para qué existía la estación de autobuses?
Camino a Malatya
Durante el trayecto nos paró el ejercito y nos cogió la documentación a todos los pasajeros para comprobarla. Una vez en Konya subimos al tranvía como nos aconsejaron Jordi y Mari para ir hasta la estación de tren. Después de dar mil vueltas y preguntar a diferentes turcos, nos dimos cuenta que en nuestro mini mapa, no aparecen todas las calles. Estábamos volviéndonos locos y encima en la estación nos dijeron que no llegaba el tren hasta Malatya. De vuelta a la otogar divisamos un dolmus, bueno Nuri, sin Elena somos 2 miopes en apuros. Tuvimos la suerte de comprobar dos cosas, que iba hasta la otogar y que era el dolmus mas lento de Turquía, nos adelantaba todo el mundo.
Compramos los billetes para Malatya, nos los querían vender más caros, pero como vieron que no colaba, se tuvieron que resignar y cobrarnos el precio normal. Una vez en el bus, nos dispusimos a pasar la noche como pudimos y deseando que se no se nos hiciese el viaje eterno.
Por fin llegamos a Malatya
Llegamos bastante cansados a Malatya. Después de bajar del autobús no nos asaltó nadie ofreciéndonos, taxis, billetes para otro sitio, alojamiento, etc… Se notaba que ya no estábamos en una zona tan turística y eso era de agradecer, incluso la gente con la que nos cruzábamos nos miraba diferente. Ahora teníamos que conseguir llegar al Monte Nemrut.
Las calles eran igual de caóticas. Después de preguntar nos subimos al dolmus que nos dejaba en el centro, una vez allí, como teníamos hambre buscamos donde desayunar. Nos acercarnos a información turística donde conocimos a Kemal, un hombre muy simpático que nos mostró una reseña de él en la Lonely planet. Nos ofreció un tour al Monte Nemrut por 90YTL, desplazamiento, alojamiento, cena y desayuno. Después de comprobar que el alquiler de los coches es caro para dos personas, volvimos y aceptamos.
Haciendo tiempo en Malatya antes ir al Monte Nemrut
Nos pidió que dejásemos las mochilas al lado de información en la terraza de un bar. Ante nuestra desconfianza nos aseguró que no iba a pasar nada, que allí todo el mundo le conocía, confiamos en él y allí las dejamos, pesaban un güevo. Como teníamos que hacer tiempo hasta las 12h que es cuando salía nuestro transporte, nos acercamos a la parte vieja para hacer fotos. Hay una zona que se llama el mercado del albaricoque y estaba lleno de paradas con frutos secos, pasas y la especialidad, el albaricoque tal como anuncia el nombre del mercado. La gente era muy simpática y no pusieron ningún problema cuando vieron la cámara.
Hacia las 12h ya estábamos otra vez en la plaza y junto con un japonés nos subieron a una furgoneta para ir a nuestro destino, atravesando montañas y montañas durante tres horitas. El hotel Nemrut Gunes está en medio de la nada y nos dieron una habitación a cada uno, allí coincidimos con una familia griega muy maja.
Atardecer en el Monte Nemrut
Nos acercaron al famoso Monte Nemrut en 4×4 para ver la puesta de sol. Está al lado pero andando y cuesta arriba era otra cosa. El sitio era increíble y cuándo vimos las estatuas y que alrededor no hay nada aún parece más asombroso. Al principio estábamos casi solos, pero al cabo de nada y cuando rodeamos la cima, nos dimos cuenta que hay una carretera asfaltada que llega casi hasta donde estábamos. Empezaron a llegar turistas, venían todos juntos, por lo que el encanto se rompió y acabamos rodeados por unas 30 ó 40 personas. Toda esta gente posiblemente venía de Adıyaman.
Amanecer en el Monte Nemrut
Después de disfrutar de la puesta de sol en el Monte Nemrut, volvimos al hotel y allí nos pusieron la cena pronto, a las 19:30, tenían intención de levantarnos a las 5:30 para ver la puesta de sol. Otro espectáculo desde este lugar tan bonito y que había merecido la pena el esfuerzo para llegar hasta aquí.
Después de disfrutar del amanecer, al cual también acudieron bastantes personas como el día anterior, nos tocaría volver a Malatya para seguir con nuestro viaje.
