Queríamos seguir conociendo nuevos sitios. Después de desayunar en la terraza del hostel nos pusimos en marcha. Queríamos visitar la Cisterna de la Basílica, Santa Sofía y el Palacio Topkapi. Lo bueno de nuestro alojamiento es que estaba al lado y nos desplazamos caminando hasta estos lugares.
Conociendo Estambul
La Cisterna de la Basílica
Primero nos dirigimos a la Cisterna de la Basílica. Una construcción impresionante bajo tierra al lado de Santa Sofía. Se construyó en la época bizantina, dispone de 336 columnas repartidas por toda la gran nave. Era un antiguo depósito de agua, la luz roja escasa le da un aspecto muy curioso. Hay una pasarela para caminar por el interior porque hay agua y hasta peces. Hacía bastante fresquito, por lo que una chaqueta no sobra.
Santa Sofía
Después nos dirigimos a Santa Sofía. Previo paso por seguridad y de pagar la entrada que no es precisamente barata. Accedimos a la nave central en donde nos llevamos una sorpresa, en el centro había un andamio gigantesco que llegaba hasta el techo. Estaban haciendo tareas de restauración.
Cuando visitas un sitio así y te encuentras con un andamio que te tapa la visión al principio fastidia un poco, pero bueno es lo que hay, alguna vez tendrán que hacerlo. El interior es espectacular y la cúpula está a gran altura, pasamos bastante rato dentro. Hay que tener mucha paciencia para poder hacer una foto sin que aparezcan cientos de personas, se llena bastante.
Después de visitar Santa Sofía hicimos una parada técnica en el hostel para cargar las baterías de las cámaras un poco y dirigirnos por fin al palacio Topkapi, el día anterior no pudimos visitarlo porque era festivo.
Palacio Topkapi
El Palacio Topkapi es el lugar donde todos querríamos vivir, se notaba que no se estaban de nada en esa época. El harén no lo visitamos porque había que pagar a parte y había que ahorrar. El palacio es bastante grande por lo que es recomendable ir con tiempo, pasamos por diferentes salas en las que había joyas y ropas de la época de los sultanes.
Abandonamos Estambul
Era nuestro último día en Estambul, nos íbamos a la Capadocia. Con las mochilas a cuestas nos dirigimos a la estación de tren de Haydarpasa. Para llegar aquí tuvimos que coger un ferry al otro lado del puente Galata.
Como teníamos bastante tiempo hasta la salida de nuestro tren, dejamos las mochilas en la consigna de la estación y nos fuimos a explorar. La verdad es que los alrededores de la estación daban un poco de miedo, no había mucha luz y estaba un poco desierto, pero mereció la pena.
Descubrimos un barrio con mucho movimiento y al lado de un tranvía vimos que había un mercado y muchos bares y restaurantes donde servían pescado y estaba lleno de turcos. La zona estaba muy animada y disfrutamos de una cena agradable.
Con el estómago lleno volvimos a la estación atravesando la zona oscura y una vez en el tren nos dispusimos a dormir en nuestras literas para despertarnos en Ankara y seguir hasta Goreme.
Dejamos el enlace a la web de Turismo de Turquía para que puedas consultar antes de realizar tú próximo viaje.