Tocaba levantar el campamento, nos seguíamos desplazando hacia el sur. Nuestra próxima parada era para ver Split y Trogir. Pagamos la cuenta del camping y nos pusimos en marcha. Como no estábamos muy lejos fuimos por carreteras secundarias y disfrutamos del paisaje tranquilamente. La carretera estaba bastante bien y no había mucho tráfico.
Pasamos por una zona minada
Vi un cartel que anunciaba una zona minada y le dije a Elena que parase. Como no sabía la razón, pensaba que había visto algún bicho, pero lo único que quería era entrar en la zona y ver una, es broma, solo quería hacer una foto. Es increíble la imaginación de la humanidad para destruir y que después de tanto tiempo aún sigan estas armas esperando el descuido de alguien que simplemente esté paseando.
Después de la pequeña parada seguimos la ruta, hasta que apareció ante nuestros ojos las ciudades de Split y Trogir. Comenzamos el descenso de la montaña y al poco llegamos hasta el Camping Stobrec Split, que está en el pequeño pueblo de Stobrec, por las dudas. Es un camping típico de playa, en verano con múltiples actividades para campistas y con la playa a sus pies.
Solo tienes que coger la toalla y meterte en el agua. Lo único malo es que en el precio no está incluida la ducha, hay que pagar 2HRK por 7min de agua, ni siquiera sale fría si no pagas. Elena me dio a entender que me tendría que duchar igual, no había excusa, yo solo quería ahorrar. El camping estaba bastante lleno para ser final de septiembre. Los precios en temporada alta llegan a duplicarse por acampar en el mismo sitio.
Nuestra visita a Split
Hicimos 2 visitas a la ciudad de Split, esta ciudad es el centro cultural, histórico y turístico de Croacia. Esta antigua ciudad está dotada de impresionantes paisajes naturales, así como de pruebas de su rica herencia romana, que sigue muy presente hoy en día.
El famoso Palacio de Diocleciano de Split es una visita obligada para los amantes de la historia. Los aficionados a la belleza natural se verán recompensados con las increíbles vistas de las numerosas islas de Split, todas ellas de fácil acceso gracias al eficaz sistema de transporte de Croacia.
Primera visita a Split
Aprovechamos para hacer una escapada a Split, conseguimos aparcar muy cerca del casco antiguo. Estábamos teniendo éxito y nos escapábamos de las zonas azules y parkings. La zona era un poco caótica, todo el mundo aparcaba donde podía, incluso sobre las aceras que en algunos casos estaban marcadas para poder aparcar.
Nos adentramos en la parte antigua, después de atravesar un mercado callejero con todas sus tiendas cerradas, normal, era domingo por la tarde. La zona antigua de Split es increíble, calles estrechas, en muchas casas hay gente todavía viviendo y muchas de ellas tienen muchos años y tienden la ropa tocando y respirando la historia.
Diocleciano fue el emperador romano que impulsó esta zona. Hicimos algunas fotos ya prácticamente de noche, pero conseguimos alguna interesante. El día no acompañaba mucho, a veces caían algunas gotas, pero vimos lo suficiente para que el día siguiente fuese prometedor. Con buen sabor de boca nos volvimos al camping.
Segunda visita a Split
Ya era lunes, después del desayuno pusimos rumbo a Split a la zona donde conseguimos aparcar el día anterior. Esta vez la actividad era la de un día normal. El mercadillo estaba con todas las paradas abiertas, la mayoría de ropa, hasta que llegamos a las proximidades de la parte antigua en donde se encuentran las paradas de frutas y otros productos perecederos. Aquí sacamos las cámaras y les dimos caña, por aquí si se busca bien se encuentran cosas para regalar a buen precio, ya que en las zonas turísticas suben un poco los precios.
Parecía que se abría un poco el día y salía el sol por lo que nos pudimos permitir el lujo de hacer fotos con luz, ¡por fin!. Nos perdimos por las estrechas calles, en algunas no caben ni dos personas juntas y llegamos hasta la estatua de Gregorio de Nin. La gente le frota el pulgar del pie para que le traiga suerte, si a mí me frotan el mejillón de mi pie puede que también de suerte.
Nos acercamos al mercado del pescado, hay vendedoras fuera y otras dentro del recinto que es una pasada, te dejan moverte y hacer fotos sin problema. Aquí hicimos una parada para hacer un tentempié y hacer alguna foto más para irnos a la ciudad de Trogir.
Que ver en Trogir
Trogir está a unos 30 kilómetros de Split que se hacen bastante bien. Llegamos justo cuando se acababa de tapar el cielo y en cuanto nos adentramos por sus calles nos llega la lluvia. Paramos a tomar algo hasta que pasó el pequeño chaparrón.
Aprovechamos para entrar en la catedral de San Lorenzo de Trogir, que según la guía es la mas bonita de Croacia, tuvimos que pagar 25HRK. El pórtico es espectacular, lleno de detalles , con Adán y Eva sobre dos leones venecianos. Se puede subir a la torre de 47m y admirar la ciudad, eso sí, cuando tocan las campanas te quedas un poco sordo.
Trogir es una ciudad increíble, también es muy pequeña, al final salió el sol otra vez y pudimos hacer alguna foto, así que después de un buen día nos volvimos al camping después de disfrutar de Split y Trogir. Nuestra siguiente parada en nuestra ruta por Croacia iba a ser Dubrovnik.