De Colliure a Barcelona, volviendo a casa

Ya se nos acababan los días y después de haber llegado al punto más lejano de nuestra ruta en Oradour Sur Glane, debíamos volver a Barcelona. Para ello haríamos casi todo el recorrido a la inversa por el que habíamos llegado hasta aquí y hacer una parada en Colliure para descansar. Habíamos contratado el desayuno en el alojamiento de Verneuil Sur Vienne, fue el más barato de todo el Roadtrip 5€ por persona cuando lo normal es que nos pidieran 10€.

¿Jugamos a billar?
¿Jugamos a billar?

Mientras Éric saltaba en la colchoneta, nosotros íbamos recogiendo nuestros cacharros y cargando el coche que estaba aparcado junto a la casa y tras devolver las  llaves a nuestra anfitriona volvimos a la carretera.

Teníamos por delante poco más de 500 kilómetros, era la tirada más larga del viaje Nos lo tomamos con calma, el recorrido lo hicimos casi en su totalidad por autopista.

Éric con su dosis diaria de saltos
Éric con su dosis diaria de saltos

Hicimos una parada técnica en Toulouse para comer, queríamos algo rápido y barato. Paramos en un McDonald’s próximo a la autopista para satisfacción de Elena y Éric, a mi no me hacen mucha gracia, pero que le vamos a hacer.

Llegamos a Colliure

Entramos en Colliure sobre las 18h y fuimos directos al Hotel Princes de Catalogne que está en el centro. El aparcamiento que tienen son las 4 ó 5 plazas que hay delante de la puerta del mismo y cuando llegamos ya estaban ocupadas por lo que solo pudimos descargar el coche.

Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, Colliure
Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles

Aparcar en Colliure

En el Hotel nos sugirieron dejar el vehículo toda la noche en el parquing del centro que es el más grande de la ciudad. Decidimos pagar lo que quedaba hasta las 20h de zona azul y no pagar una noche entera de aparcamiento.

Castillo  de Colliure
Castillo de Colliure

No hacía muy buen tiempo, aún así salimos a dar una vuelta y buscar un lugar donde cenar. Después de barajar diferentes opciones, nos decidimos por uno de tapas próximo al hotel junto a la riera, curiosamente se llama La Boquería, como el famoso mercado de Barcelona.

Colliure de noche
Colliure de noche

Cenamos muy bien, las tapas estaban riquísimas. Pedimos de más y nos costó acabar con la comida, algo quedó por ahí. Nos gustó mucho todo lo que nos pusieron, así que nos retiramos a descansar con un buen sabor de boca.

Tumba de Antonio Machado
Tumba de Antonio Machado

Último día en Colliure

Al día siguiente debíamos abandonar el Hotel. Fuimos a por el coche y después de cargar lo aparcamos muy próximo en zona azul, la primera hora es gratuita. Aprovechamos para desayunar en un bar junto a la calle de acceso al Hotel “Mes que un café” y que se llena bastante, ya que el desayuno es económico y generoso.

Vendedor de Quesos
Vendedor de Quesos

La tumba de Antonio Machado en Colliure

Ahora sí que ya tocaba guardar el coche en el parquing. Elena y Éric se quedaron esperando y yo fui a aparcar. Aproveché para visitar la tumba del poeta Antonio Machado, el cementerio está en el centro y al lado de donde había aparcado.

También hay pan en el mercado
También hay pan en el mercado

Unido todo el equipo de nuevo, nos acercamos a la plaza que hay justo al lado del bar en el que habíamos desayunado, ya que había mercado y nos encantan, lo instalan los miércoles y domingos . A Éric le cayó una camiseta hecha a mano. Hay un poco de todo, productos de proximidad, ropa, cerámica, está bastante bien para lo pequeño que es.

Éric investigando en la playa de Colliure
Éric investigando en la playa de Colliure

Callejeamos un poco hasta llegar a la zona de la playa y llegamos hasta el faro de Colliure. Disfrutamos bastante del día que había mejorado respecto al anterior.

Vista desde la Capilla de San Vicente
Vista desde la Capilla de San Vicente

Paramos a comprar un poco de queso en un puesto junto a la entrada del parquing. La vendedora le regaló a Éric un imán y nos preguntó si sabíamos el sexo de nuestro futuro bebé. Le dijimos que era un niño y la tendera le dijo a Elena que era niña y que si así era, que volviésemos para decírselo, que equivocada estaba, pero en Elena sembró la semilla de la duda.

¡A volar!
¡A volar!

Con la incertidumbre de la bruja quesera nos subimos al coche y nos despedimos de Colliure, Francia y de una ruta que duró 7 días. Con ganas de realizar otro viaje. Cómo en el precioso poema de Antonio Machado «Caminante, no hay camino, se hace camino al andar«.

Dejamos el link de turismo de Francia en donde hay más información de Colliure.

2 comentarios en «De Colliure a Barcelona, volviendo a casa»

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