Para acabar nuestro viaje íbamos a visitar la Casa de César Manrique. Para eso teníamos que acercarnos al pueblo de Haría en el norte de Lanzarote. Desde Costa Teguise que es donde estábamos alojados tardamos unos 30 minutos. La Casa Museo de César Manrique está en una zona tranquila alejada del centro del pueblo.
La Casa de César Manrique
Aparcamos muy cerca de la casa. Fue el último lugar en el que vivió el artista César Manrique. Murió víctima de un accidente con su coche el 25 de septiembre de 1992 mientras volvía de trabajar. La casa está tal como quedó el día del siniestro.
La Casa del Palmeral que es como se llama la vivienda de César Manrique, es una construcción que aprovechó el artista. Era una antigua casa de Labranza en ruinas en la que el artista encontró la tranquilidad y la conexión con la naturaleza que tanto le gustaba.
Después de pasar por taquilla, accedimos al interior de la Casa de César Manrique. Está prohibido hacer fotos en el interior. No sabemos la razón, será que esperan que vuelva el artista en algún momento. De hecho están muy encima por si tienes intención de apretar el disparador. En el exterior si se pueden hacer fotografías.
La casa es una chulada, un gran salón domina el centro en donde seguro pasó muchas horas Manrique con sus amigos. Desde este se tiene acceso a la mayor parte de las estancias de la casa. Junto a la piscina hay otra habitación con lavabo que era para los invitados.
Atravesando el jardín se llega a otro edificio que es el taller en el que pasaba largas horas creando sus obras y experimentando con materiales. Es curioso ver el lugar en el que trabajaba y que quedó congelado en el tiempo. Desde aquí ya no quedaba mucho mas por ver. Así que nos dirigimos a la salida.
Mercado de Artesanía de Haría
Decidimos acercarnos al centro de Haría. Aparcamos en una de las zonas gratuitas que estaban bastante llenas, pero lo conseguimos. A lo largo de la Plaza León y Castillo se ubican lo puestos, había bastantes. Conseguimos encontrar algunas cosillas interesantes. La verdad es que había muchos objetos originales, pero no se puede comprar todo.
Comer en Haría
Para comer en Haría habíamos visto que en el mercado de abastos había un restaurante que lo ponían bastante bien. Fuimos andando ya que no estaba muy lejos. El lugar no es muy grande y hay pocas mesas, el mercado tampoco tiene muchas paradas. Hay que hacer cola para pedir lo que quieres comer y cuando lo has hecho ellos te dicen donde te puedes sentar. Comimos muy bien, acertamos en nuestra elección.
Fuimos a jugar un rato al parque infantil que hay junto al lugar en el que ubican el mercado de artesanía de Haría. Jugamos con el nuevo avión de Éric y nos lo pasamos muy bien corriendo de un lado para el otro, mientras Álex dormía, estábamos prácticamente solos.
Punta Mujeres
Como íbamos muy bien de tiempo aprovechamos para acercarnos al pueblo de Punta Mujeres. Cuando llegamos nos sorprendió lo que nos costó aparcar respecto al día que fuimos a comer. La razón la descubrimos en seguida, en el puerto habían atracciones y un escenario con un grupo actuando. Había bastante gente, ahí estaba la razón por la que nos costó aparcar.
Una particularidad de Punta Mujeres son sus piscinas en el mar, hechas por los vecinos del pueblo. Nos acercamos por la calle Virgen del Pino hasta la piscina que lleva el nombre del pueblo. Para los niños es genial porque el agua es muy tranquila, solo va variando la profundidad con la marea.
También te puedes bañar fuera de la piscina, hay escaleras para poder volver a tierra firme. Éric se lo pasó muy bien en la piscina, incluso había peces compartiendo el espacio. En el pueblo seguía la fiesta con diferentes grupos de amigos y familiares haciendo corrillos y bebiendo todos juntos.
Como teníamos que hacer las maletas decidimos reemprender la vuelta a Costa Teguise, nuestras vacaciones se acababan, menudo rollo. Quedaba la peor parte, juntar todo lo que teníamos repartido por todo el apartamento, en nosotros bastante normal. En 10 días habíamos hecho un montón de cosas en la isla y aún así nos quedaron muchas por hacer. Una razón de peso para volver.
Si quieres ver más entradas de nuestro viaje a Lanzarote, pásate a ver todo lo que hicimos en esta isla. Seguro que te entrarán ganas de ir.
Lanzarote es una isla espectacular. Nosotros la descubrimos hará un par de veranos y la verdad, nos encantó la isla y nos encantó el universo Manrique. En cuanto a la casa, la verdad tampoco entendemos porque no dejan fotografiar (no es un museo, aunque esté museizada). Muy recomendable.
HemosVisto!
Muchas gracias por vuestro comentario. Lanzarote es un destino que merece mucho la pena visitar.